CONSUMO RESPONSABLE DEL PAPEL

Cuando pensamos en el aprovechamiento de un bosque; entendiendo como aprovechamiento forestal la extracción de productos del mismo desde la obtención hasta el momento de su transformación, pensamos en los frutos que podemos recolectar, el corcho, la resina, la madera… pero sobre todo pensamos en la producción de papel.

Tanto el papel como el cartón se fabrica a partir de la celulosa, compuesto que forma parte de la pared celular de las células vegetales. Y para poder obtener esa celulosa es necesario triturar grandes cantidades de materia vegetal.

Por ello, el aprovechamiento debe ser siempre sostenible, es decir, el uso de los recursos del bosque debe efectuarse manteniendo su rendimiento normal de manera que permita la renovación y persistencia del recurso. Cuando este aprovechamiento no es sostenible, lo que ocurre es una sobreexplotación, produciéndose una merma de los recursos difícil de recuperar.

Debido a la aparición de las nuevas tecnologías y el aumento de uso de Internet, la producción de papel para la prensa, impresión y escritura, ha descendido. Pero la producción de papel en España para otros fines como puede ser cartón, papel higiénico y sanitario o papel para embalaje; ha aumentado un 4.5% durante el 2019, siendo su consumo superior a los 6.8 millones de toneladas en 2020.

Teniendo en cuenta estas cifras, debemos hacer hincapié en el reciclaje de papel, ya que el 40% de los artículos de papel o cartón termina en el vertedero.

¿Qué podemos hacer para reducir el consumo de papel?

Comprar papel reciclado o productos de papel que estén certificados como provenientes de bosques gestionados responsablemente. Utilizar el papel en su totalidad, imprimir a doble cara.
Reutilizar los folios.
Reducir el consumo de papel siempre que sea posible, de esta manera reduciremos la cantidad de residuos generados.

Razones por las que reciclar papel

Por cada tonelada de papel reciclado, se evita la tala de una media de 18 árboles en todo el mundo.
La cantidad de agua (86% menos) y energía (62% menos) necesaria en el procesamiento del papel reciclado es menor.
La huella de carbono es menor, generando un 40% menos de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, contribuye a la mejora de la calidad del aire.
Se reduce el empleo de productos químicos para su elaboración, como por ejemplo el cloro, utilizado en el blanqueamiento del papel. Y como consecuencia, la necesidad de acondicionar nuevos espacios para verter los residuos derivados de la producción del papel.

También hay que recordar ciertos matices a la hora de reciclar papel, ya que, si el envase está manchado de restos orgánicos como grasa o aceite, deben depositarse en el contenedor de resto (contenedor gris). Las cajas de los medicamentos tampoco deben depositarse en el contenedor azul, sino que se deben tirar junto con su contenido en el punto sigre de las farmacias para su correcto procesamiento. Estas cajas podrán ser recicladas para producir nuevas cajas de productos farmacéuticos.

CONTACTO

Auditoría de Servicios Acústicos y Medioambientales en Madrid (aema.info)

ENLACES DE INTERES

Reciclaje de papel – Wikipedia, la enciclopedia libre

Papel – Wikipedia, la enciclopedia libre