
¿CÓMO FUNCIONAN LOS BACTERICIDAS Y EN QUÉ SITUACIONES SON NECESARIOS?
Para nadie sería plato de buen gusto imaginarse que en su hogar habitan cientos de bacterias y microorganismos, los cuales, indudablemente, pueden transmitir enfermedades y contaminar los utensilios y elementos de nuestra vivienda.
En este sentido, para cuidar de nuestra salud y la de nuestra familia, solemos constantemente adquirir y rociar con bactericidas todas las partes de la casa, desde la cocina hasta el jardín, pero… ¿alguna vez te has preguntado si esto no será también perjudicial para nuestra salud?
Como ya sabrás, los bactericidas son productos químicos que usamos con cierta frecuencia, con la finalidad de poder eliminar y erradicar cualquier tipo de bacteria o microorganismos indeseados.
Sin embargo, ¿Alguna vez te has preguntado cómo funcionan realmente?
Mediante distintos compuestos y agentes efectivos, lo que hacen los bactericidas para casa es inhabilitar las funciones de estos microorganismos, matándolos y eliminándolos casi en su totalidad. Esto lo logran deteniendo el crecimiento y desarrollo de la bacteria, modificando su organismo.
Otros productos se basan en un mecanismo de destrucción celular, lo que daña por completo la estructura de la bacteria. Estos no son muy frecuentes en el mercado ni suelen usarse en los hogares pero de cualquier forma, estos químicos y agentes activos pueden también afectar la salud humana ¿lo sabías?
No te preocupes, si quieres seguir cuidando tu hogar de la molestas bacterias, solo es necesario tomar algunas medidas que te cometamos a continuación.
Precauciones del uso de bactericidas
Lo primero que debemos hacer a la hora de adquirir un nuevo bactericida es leer atentamente su etiquetado, ya que en el generalmente se señalan los riesgos del producto y las precauciones que hay que tomar para utilizarlo, algunas también explican cómo se usa un bactericida, por si es primera vez que lo compramos.
Recuerda siempre seguir al pie de la letra las instrucciones del producto, ya que será precisamente ahí donde nos expliquen la cantidad que debemos usar, las superficies donde lo podremos aplicar, si requiere dilución o algún agente extra, etc.
En cualquier caso, nunca deseches o cambies el envase original sin antes haber leído con detenimiento estas normas.
Por supuesto, tenemos que tener muy en cuenta que no debe mezclarse con otros productos a menos que el envase lo especifique, ya que puede generar gases tóxicos que pueden perdurar en el ambiente y por supuesto, pueden alterar nuestra salud.
Las etiquetas y los envases suelen señalar la fecha de caducidad del producto.
Recordemos que los bactericidas están presurizados y estrictamente esterilizados, y que contienen componentes activos que funcionan solo durante un período de tiempo determinado. No los uses una vez pasada esta fecha.
Los bactericidas generalmente vienen en una presentación en aerosol, y son gases altamente inflamables, no los acerques a las chispas ni a fuego, no fumes cerca de ellos ni en un ambiente donde haya sido aplicado recientemente.
Además, evita comer o beber si has tenido contacto con un bactericida, mucho menos mientras lo usas, mantén limpias tus manos luego.
Si el bactericida es altamente potente, recuerda utilizar guantes, botas, cubre bocas y gafas protectoras, incluso impermeables si es necesario.
Una mínima salpicadura de bactericida puede causar irritación, así que evita tocar tus ojos, nariz o boca con los guantes o manos llenas de bactericida.
Con todas estas precauciones presentes, podrás utilizar bactericidas en tu hogar sin problema.
La seguridad y responsabilidad es lo primero, por lo que prestar atención a todas las recomendaciones es algo prioritario de cara a evitar posibles problemas.
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